divendres, 30 d’octubre del 2009

Mi niño.


Me duelen los ojos de tanto mirarte,
mientras duermes.
Tú te llevas la tormenta, mi niño,
tú sabes sonreir.*

Te amo desde que te imaginé
hasta Marte, como tu querer.
Y no imagino ya tu ausencia...

Y aunque me perderé tus días,
llevo tu sello en mi existencia, 
y más allá. Lo dice nuestra ley.

*Núria. Wadalupe.

1 comentari:

Christian ha dit...

I la recompensa en un futur sera un sonriure que omplira el teu cor un altre vegada